Nuestra Historia
A principios del siglo XX, se abrieron en Puertollano nuevos pozos de extracción que necesitaron mucha mano de obra, por la necesidad de carbón para el desarrollo de nuestro país y para alimentar las industrias europeas en la Primera Guerra Mundial.
Por lo que hubo una gran afluencia de mineros desde Santa Elena, La Carolina y El Centenillo. Entre esos trabajadores, estaban los hermanos Avellaneda; Alfonsa y Juan José. Cristianos evangélicos de Santa Elena que pusieron su tiempo y su casa a disposición de las personas del pueblo que querían saber más sobre Dios.
Avellaneda y Familia
Iglesia de Puertollano 1926
Gracias al ambiente de tolerancia que existía en aquellos años, en 1918 empezaron a abrir su casa a personas interesadas y el número de asistentes a las reuniones aumentó. Por lo tanto, los creyentes vieron conveniente dirigirse a la Misión Evangélica Española, con sede en Valdepeñas, para que enviara misioneros a Puertollano con el propósito de colaborar en las reuniones, fueron entre otros: Percy Buffard, Miguel Aguilera, Andrés Casado, Félix Vacas y Agustín García.
Pronto, la casa de Alfonsa se quedó pequeña por lo que tuvieron que alquilar una casa con mayor capacidad en la calle San Gregorio. En 1924 se vio la necesidad de comprar una más grande situada en la calle Ancha 21. Solicitaron la ayuda a otra misión inglesa, que apoyaba la creación de iglesias en pueblos y ciudades mineras para realizar la compra. Desde entonces, se han celebrado los cultos en este local, hasta el día de hoy.
La casa que compraron tenía dos pisos y un patio muy grande, hicieron algunas reformas y en 1926 se inauguró cómo Iglesia Evangélica de Puertollano. Evidentemente, este local ha sufrido varias modificaciones a lo largo de estos cien años.
Fachada Iglesia 1930
En 1927 acudió al servicio de la comunidad de creyentes como pastor evangélico Don Salvador González, maestro y colportor (persona dedicada a la distribución de libros, folletos y Biblias). Dada su vocación de maestro y las necesidad que había en el pueblo de enseñanza, una parte el edificio se habilitó cómo escuela, y muchos habitantes confiaron en él para que formase a sus hijos, llegando a saturar el espacio dedicado a escuela. Aún hoy, sus antiguos alumnos lo recuerdan con admiración.
Don Salvador González
Al comenzar la Guerra Civil, se acabó el ambiente de libertad del que había estado disfrutando la iglesia. El gobierno de la República cerró la iglesia, encarcelando a D. Salvador por pocos días. Sin embargo, los cultos siguieron celebrándose en un salón de esta misma casa.
Fue al final de la Guerra Civil, durante la dictadura franquista cuando la represión, auspiciada por la Iglesia Católica, se hizo mucho más dura. Se apropiaron del local, los bancos, el órgano, un reloj de pared y se llevaron todos los libros de la biblioteca de la iglesia y de D. Salvador, poniendo una imagen católica en donde antes estaba el púlpito, lugar desde donde el pastor compartía mensajes relacionados con la Biblia.
Además, le encarcelaron y tras un año en prisión, y al comprobar que no era un “elemento peligroso para el Régimen”, lo desterraron de Puertollano por un periodo de siete años.
Sin embargo, a pesar de la prohibición de volver a Puertollano, volvía clandestinamente para reunirse con los hermanos.
Las dificultades no terminaron con el regreso de D. Salvador en 1946, porque le prohibieron ejercer su labor de maestro que tan buen resultados había tenido, aunque él siguió manteniendo la escuela unos años más de forma clandestina.
Iglesia cristiana evangélica de Puertollano en 1949
Como pastor, D. Salvador continuó su labor en esta iglesia hasta el año 1970. Su ministerio es el más longevo hasta el día de hoy, por lo que su recuerdo está aún vivo en la mente muchos.
A Dios le importa Puertollano, y la presencia evangélica no ha cesado desde entonces, a pesar de los cambios políticos, económicos y sociales. Entre la comunidad de creyentes sirvieron pastores cómo Joaquín Casado Aguilera (1970-1985), Eugenio Fernández Postigo (1985-1997) y Evelio Moreno Gil (1997- actualidad)
Jesús te ama y te llama
Nosotros queremos conocerte.
